Partimos de la base que el Feng Shui analiza las energías que ocupan un espacio; sea nuestra vivienda o sea nuestro negocio. A partir de aquí, la función del Feng Shui es introducir todos los elementos y factores necesarios para que con el resultado del estudio los acontecimientos favorables sucedan y al mismo tiempo impedir que acontecimientos negativos tengan lugar.
Los 5 elementos de la naturaleza (madera, fuego, tierra, metal y agua) son la espina dorsal del Feng Shui pues de ellos se compone la energía que hay en nuestras casas. Ellos están presentes en TODO lo que nos rodea; ya sea mediante el propio elemento en sí, mediante su color o mediante la forma. Importa saber que cada uno de los 5 elementos está compuesto de una energía determinada. Así pues, hasta aquí podemos decir que un elemento u otro, tendrá que estar presente en una habitación, o no, en función de lo que le interesa al cliente potenciar en su vida.
Las energías que habitan en cada una de las estancias de nuestra vivienda son diferentes. Unas podrían beneficiarnos y otras perjudicarnos. Las energías que favorecen la creatividad, la prosperidad económica, la salud, las relaciones personales y las profesionales pueden ser trabajadas para que sucedan mediante la incorporación del elemento que las materialice. Del mismo modo, las energías que potencian el que hayan infortunios en nuestra vida (desdicha, infelicidad, mala salud, etc.) deberán reducirse para que la probabilidad de que se manifiesten sea escasa.
Si por ejemplo las energías de una estancia potencian tanto la creatividad como las oportunidades profesionales, el primer paso será trasladar allí el despacho. Si además éstas están compuestas del elemento madera introduciremos este elemento mediante la forma (introduciendo un mueble alto), mediante el elemento en sí (que el mueble esté hecho de madera) o mediante el color (pintaremos en cualquier gama de verdes esa estancia). También podemos saber donde ha de ir colocado el mueble y donde las herramientas de trabajo que ayudarían a activar esta energía creativa como el ordenador, el teléfono o el móvil. Por último, para activar la energía de esa habitación tendremos que hacer uso de ella.